El camaleón azul representa el aire puro, el cielo limpio y la necesidad de moverse de forma responsable para cuidar el planeta. Durante este desafío, el alumnado descubre cómo sus desplazamientos diarios influyen en la calidad del aire y en la salud del entorno. Se promueven hábitos de movilidad sostenible: caminar, ir en bicicleta, usar el transporte público o compartir trayectos, comprendiendo que cada pequeño cambio contribuye a reducir la contaminación.
A través de actividades prácticas —como marchas en bici o patinete, campañas de sensibilización, juegos de educación vial y experimentos sobre el aire— los niños aprenden que respirar aire limpio es un derecho que depende de todos. Este reto invita a adoptar un estilo de vida más activo, saludable y respetuoso, recordando que cuando nos movemos mejor, el planeta también respira mejor

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