Por un día hemos cambiado el pupitre, la pizarra y los apuntes por tablas, kayaks y veleros. El Mar Menor es un lugar idóneo para la práctica de deportes acuáticos, desde luego niños y maestros lo hemos comprobado. También ha habido momentos de tranquilidad y relajación que proporciona el barco deslizándose sobre el mar. Hemos terminado muy satisfechos por lo bien que lo hemos pasado entre compañeros y amigos, sobrar las palabras, nuestras sonrisas lo dicen todo.